La estructura de tu historia, un pilar fundamental.


La estructura narrativa es un elemento básico a la hora de concebir tu historia, al igual que un edificio no se puede mantener en pie sin unos cimientos que lo sostengan, tu libro se «tambaleará» si no cuidas su armazón.

No controlar los principios de la estructura narrativa puede provocar que nuestra historia no termine de cuajar, o que se encuentre descompensada en lo que a ritmo se refiere.

La estructura narrativa clásica, la más habitual, se compone de tres actos: Planteamiento, nudo o desarrollo y desenlace.Esta estructura tiende a contar la historia de manera lineal, es decir, explicando los acontecimientos en orden cronológico (también se llama Ab ovo).

ESTRUCTURA HISTORIA

El planteamiento es el comienzo de nuestra historia, dónde presentaremos a los personajes que intervendrán, el/los conflictos que se deben resolver, etc. En el planteamiento solemos encontrar el llamado «detonante», un suceso, elemento o incluso la aparición de un personaje, que permite que la historia arranque («Gandalf entrega un anillo a frodo»)

El nudo o desarrollo suele ser la parte más extensa de la historia, en la que se suceden los hechos y la trama se complica.

Por último, en el desenlace resolvemos los conflictos planteados, cerramos todas las tramas y damos fin a la historia. En esta parte, al final del desenalace, se encuentra el «climax», el momento álgido de la trama que da pie a que la historia finalice.

En el modelo clásico, normalmente, se incluyen dos puntos de «giro», es decir, dos momentos en los que la historia sufre un cambio «drástico» por algún acontecimiento. Por norma general, el primer giro suele ubicarse, más o menos, antes del comienzo del nudo, y el segundo al final del desarrollo o al comienzo del desenlace. A veces, este segundo punto de giro puede coincidir con el climax.

Como digo, este es el modelo clásico, el más habitual y, personalmente, el que te recomiendo que sigas en tus primeros escritos, ya que es el más «sencillo» de manejar y administrar, no obstante, en cuanto a estructura narrativa, existen una gran cantidad de alternativas y variaciones.

escritura de libros

Dos estructuras utilizadas habitualmente son la in media res y la in extrema res.

La primera consiste comenzar la historia desde un punto intermedio de la misma, volver al pasado, y contar los acontecimientos que llevaron hasta ese punto, y una vez alcanzado de nuevo el punto en el que comenzamos, continuar desde él la historia hasta su final. 

La in extrema res es una estructura similar, solo que en lugar de empezar desde un punto intermedio de la narración, empezamos por el final, explicando los acontecimientos que desencadenaron el desenlace (un buen ejemplo es Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez).

Otra fórmula muy habitual es la retrospectiva: contar nuestra historia con continuas idas y venidas del pasado al presente (¿Recuerdas Forrest gump?)

Por último está la fórmula del contrapunto: cuando nuestra trama se compone de muchas historias, en apariencia independientes, pero que, conforme avanza su desarrollo, van enlazándose de algún modo.

Como ves, las posibilidades son muy amplias y lo más importante es que priorices la estructura que te resulta más eficaz para contar tu historia en lugar de la que te parece más «efectista».

Si quieres quieres que escriba un artículo sobre algún tema en particular

relacionado con la escritura o la publicación, contacta conmigomoc.o1715213810irare1715213810tilhc1715213810aocut1715213810@ofni1715213810

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *