Explicar en qué consiste el Deus ex Machina es muy sencillo: se trata de una expresión que usamos para referirnos a un suceso, problema o situación que se resuelve por la «gracia divina».

Esta expresión viene de lejos, concretamente del teatro clásico griego, en el que era bastante habitual que el conflicto de una obra teatral acabara solucionado por la aparición de un dios que resolvía el problema. Normalmente estos «dioses» aparecían en el escenario bajando desde las alturas gracias a una maquinaria de poleas: «Dios desde la maquina» o «Deus ex machina».

Como decía al principio, un Deus ex machina es una situación o problema que se resuelve de una manera ilógica y que no cumple las bases que el autor ha sentado en la historia previamente. Pongamos un ejemplo:

Imagina una novela de intriga en la que el protagonista, al final, se enfrenta al asesino en una pastelería y este lo tiene a su merced en el suelo. Han forcejeado y el suelo está lleno de dulces. Cuando está a punto de morir, el protagonista mete la mano dentro de una tarta y encuentra una pistola, con la que dispara a su enemigo, salvando su vida y dando por cerrado el caso.

Esto sería un Deus ex machina (extremadamente descarado claro), una forma  de resolver la historia que «chirría» para el lector porque nos salimos de los principios y las bases que le hemos presentado durante toda la novela. 

¿Cómo podríamos solucionar esto? Haciendo que, para el lector, encontrar una pistola en ese pastel no sea algo «extraño» o que esté fuera de lugar. Si durante la historia el lector ha descubierto que la pastelería en cuestión era una tapadera para un grupo de traficantes de armas, que usaban las tartas para distribuir su mercancía, que el protagonista encuentre una pistola dentro de una de ellas, no le pillará por sorpresa.

Te decía antes que el ejemplo de la pistola y el pastel era extremadamente descarado, pero puedes encontrarte con Deus ex machina mucho más sutiles, que incluso te hayan pasado desapercibidos en un primer momento al escribir tu libro: Un personaje que aparece (o reparece) en el momento justo para resolver la situación, confesar que él es el culpable o salvar a nuestro héroe, sin que hayas «preparado el terreno» antes para que esto ocurra, o también esa carta o llamada que llega justo a tiempo y soluciona, en un instante, los innumerables problemas que los protagonistas llevan capítulos y capítulos intentando arreglar. 

¿Por qué se producen los Deus ex machina? Normalmente, porque el autor ha comenzado a escribir sin tener muy clara la trama de su novela, y por consiguiente, su final. Esto provoca que el escritor comience a añadir elementos que luego son difíciles de cohesionar, llevando la historia a un callejón sin salida en el que se impone el Deus ex machina.

¿Cómo podemos solucionarlo? Esto tiene fácil respuesta: planificando nuestra historia de principio a fin antes de escribir, de ese modo tendrás mayor facilidad para estructurar los acontecimientos y evitarás la improvisación que puede llevarte hasta el deus ex machina.

Pero si ya has escrito tu historia, y te has percatado de que has introducido un Deus ex machina en ella, tienes dos opciones: Modificar ese punto en concreto para que tenga coherencia con la historia contada hasta el momento, o modificar o añadir contenido previo que justifique el Deus ex machina que has introducido.

En definitiva, a los lectores le gusta sorprenderse y que los sorprendas, pero siempre cumpliendo con las reglas del juego, las que les has planteado desde el inicio.

Por último, si quieres saber si has introducido algún Deus ex machina en tu libro o cualquier otro elemento que pueda o deba de corregirse, puedes solicitar una lectura profesional de tu libro.

Si quieres quieres que escriba un artículo sobre algún tema en particular

relacionado con la escritura o la publicación, contacta conmigo: moc.o1715155999irare1715155999tilhc1715155999aocut1715155999@ofni1715155999