Cómo escribir diálogos de manera correcta.


Los diálogos (como ya indiqué en una entrada anterior) son un elemento fundamental en una buena novela. A través de los diálogos, nuestros lectores van «descubrir» realmente a los personajes de nuestra historia.

Quiero dedicar algunas entradas a cómo escribir diálogos, pero pienso que es fundamental empezar por lo más básico: cómo deben escribirse correctamente los diálogos, pues es habitual en los escritores noveles cometer ciertos errores formales, fácilmente evitables, y que restan «profesionalidad» al resultado final.

como poner guion diálogo

Empezaré por lo fundamental, no es correcto usar el guion «clásico», el que podéis encontrar en el teclado de vuestro ordenador (-). Para escribir diálogos se debe usar el guion largo o raya (―). En vuestro procesador de textos podéis configurar la combinación de teclas que os resulte más cómoda para ello (Id a Insertar>Símbolo>Más símbolos y buscad Horizontal Bar), aunque por defecto podéis conseguirla pulsando Alt Gr+ signo menos en  el teclado numérico.

Además esta raya siempre va unida a la primera palabra del diálogo:

―Llámame mañana, estaré listo.

Los diálogos siempre van separados de la narración por punto y aparte:

Los tres chicos entraron en la habitación, atemorizados y nerviosos por la oscuridad que los roadaba. De repente, un siniestro crujido les erizó el cabello.

 ―¿Habeis escuchado eso? ―preguntó Daniel.

―¡Larguémonos de aquí! ―respondió Juan temblando.

Las acotaciones o comentarios del narrador siempre van precedidas, y unidas, a una raya:

―Ya es hora de regresar ―indicó Juan.

Si el comentario va precedido por un verbo de decir (dijo, gritó, comentó…), este se escribe en minúscula, y no se pone punto a la frase del diálogo, sino al comentario:

―Me gustaría volver a verte ―comentó Paula.

Si es cualquier otro tipo de verbo, se le pone punto al diálogo antes del comentario y también el comentario propiamente dicho:

―Siempre haces lo mismo. ―Golpeó la puerta con rabia.

Si el diálogo no continúa después del comentario, se pone punto al final, pero no se vuelve a poner raya:

―Iremos todos juntos, así será más aseguro ―propuso Pablo.

Si el diálogo continúa después del comentario del narrador, dicho comentario se cierra con otra raya, y se sigue con el signo de puntuación adecuado:

―Tú dijiste que querías venir ―le recordó Nuria―, ahora no te eches para atrás.

―A buenas horas. ―Pablo hizo un gesto para que entrara―. ¿Ya te has decidido?

Si el diálogo en cuestión se vuelve demasiado largo y/o tenemos que añadir puntos y aparte, los siguientes párrafos de ese diálogo irán precedidos por comillas (»):

―Yo ya le había avisado ―explicaba Pedro―. No era buena idéa entrar en aquella casa. Me daba mala espina desde el primer momento, además, por algo llevaría ya varios años abandonada. Yo había escuchado muchas historias sobre ese lugar, historias que te ponían los pelos de punta.

»Bueno, el caso es que terminó convenciéndome para ir, pero en cuanto llegué a la puerta, me arrepentí de mi decisión y salí corriendo de aquel sitio.

Esto son solo algunos ejemplos, (los principales en mi opinión)  sobre cómo escribir diálogos en nuestros textos de manera correcta.

Espero que te sirvan de ayuda para tus escritos.

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